El problema de la refrigeración
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La potencia de las fuentes de alimentación de los ordenadores aumenta constantemente para poder suministrar las elevadas intensidades de corriente que consumen los microprocesadores actuales y en muchos casos, más aún, los procesadores gráficos. Este aumento de potencia conlleva un aumento de las necesidades de disipación del calor generado en los circuitos internos de la fuente de alimentación. Exceptuando la fuentes que utilizan sistemas de refrigeración pasiva, que son de precio elevado, la mayoría de las fuentes incluyen ventiladores para mejorar su propia refrigeración, que con el aumento de disipación de calor necesitan producir caudales de aire cada vez mayores. Por esta razón, las dimensiones de estos ventiladores han ido aumentando desde los 80x80 mm que han sido los más frecuentes desde hace años hasta los 120x120 mm y aún mayores que no son raros en la actualidad.

Fuente de alimentación
La disminución permanente del ruido producido por la fuente de alimentación sólo puede conseguirse reduciendo la potencia disipada mediante la utilización de semiconductores de potencia de mayor calidad en los circuitos internos de la fuente y proveyéndolos de radiadores de calor con baja resistencia térmica. De esta forma puede reducirse el caudal de aire necesario para la refrigeración e incluso, en algunos casos, pueden conseguirse fuentes de alimentación pasivas y por tanto, totalmente silenciosas.